Un análisis del mercado argentino: balance de perspectivas para el futuro

El 2024 quedará en la memoria como un año extraordinario para los activos financieros argentinos. Acciones, bonos y el mercado en general mostraron rendimientos excepcionales, destacando un contexto de estabilidad cambiaria y apreciación real de los activos. 

Los dólares financieros pausaron en diciembre el camino de convergencia hacia el dólar oficial que venían mostrando meses anteriores. A pesar de los rendimientos destacados del año que finaliza, los riesgos estructurales y las ganancias futuras limitadas sugieren que el margen para aprovechar la revalorización de los activos argentinos podría estar comenzando un sendero de agotamiento.

El MERVAL creció un 12% en pesos y un 2,5% en dólares durante diciembre, cerrando el año con un aumento del 173% en pesos y 131% en dólares. Este desempeño destaca la apreciación de los activos y una notable estabilidad cambiaria.

Bonos soberanos: mejora en la percepción del riesgo argentino

AL30D : +6% en diciembre y +115% en el año.

AL35D : +4% en diciembre y +95% en el año.

AE38D : +5% en diciembre y +108% en el año.

El índice de riesgo país EMBI experimentó una caída del 16% en diciembre y del 67% en todo el año, lo que subraya una menor percepción de riesgo del mercado argentino.

Estabilidad cambiaria y moderación inflacionaria

El dólar CCL cerró diciembre en $1.187 , con un incremento mensual del 7% y un acumulado anual del 19%. Por su parte, el dólar oficial se ubicó en $1.032,5 , tras un aumento anual del 28%.

En cuanto a la inflación, los datos preliminares proyectan un IPC de diciembre entre 2% y 3%, situando la inflación anual en torno al 117%, lo que refleja una clara tendencia descendente.

Perspectivas

Comienza un año electoral clave, en el cual el gobierno centrará sus esfuerzos en consolidar la recuperación económica y continuar reduciendo la inflación, con el objetivo de mejorar su imagen de cara a las legislativas de octubre.

El panorama para 2025 se presenta binario: en un escenario positivo, podrían mantenerse rendimientos atractivos, aunque lejos de los extraordinarios resultados obtenidos en 2024. Por el contrario, un escenario negativo podría generar alta volatilidad y presión en los mercados, afectando significativamente las inversiones.

A medida que los precios aumentan, la relación riesgo-beneficio se deteriora. Para inversores conservadores, es momento de rebalancear la cartera ajustando exposición hacia otras alternativas más estables y diversificadas.